Rusia comenzará a operar rutas comerciales durante todo el año desde el Ártico a Asia
A partir de 2024, Rusia comenzará a operar rutas comerciales durante todo el año desde el Ártico hasta Asia. Se espera que la nueva ruta, que seguirá las rutas marítimas del este del Mar del Norte, tenga un gran impacto en el mapa del comercio marítimo mundial.
La ruta comercial es operada por una flota de rompehielos rusos de propulsión nuclear, que mantienen y administran los barcos para garantizar que puedan navegar con seguridad en las aguas del Ártico. Durante décadas, el hielo marino del Ártico se ha ido reduciendo, lo que brinda oportunidades para abrir nuevas rutas de navegación. El cambio ha abierto rutas de navegación en el Pasaje del Noroeste y el Mar Ártico, incluso permitiendo que los que no rompen el hielo se salten los canales de Panamá y Suez y se dirijan al sur.
Los expertos señalan que la diversificación de las rutas comerciales, especialmente dadas las nuevas rutas que no se pueden bloquear porque no son canales, otorga una mayor resiliencia a la infraestructura de envío global. A medida que crece la economía mundial, también lo hace la demanda de energía, materias primas y otros productos básicos en un número cada vez mayor de países y regiones. Por lo tanto, abrir nuevas rutas comerciales es esencial para satisfacer estas demandas.
Esta nueva ruta permitirá a Rusia conectar mejor los mercados del Ártico y Asia, al mismo tiempo que ayudará a fortalecer los lazos comerciales con otros países de Europa y Asia. Este es un objetivo estratégico importante para Rusia, ya que busca seguir siendo competitivo en el mercado global.
Sin embargo, esta nueva ruta también enfrenta una serie de desafíos. Primero, necesita navegar con seguridad en las aguas del Ártico, lo que significa lidiar con condiciones climáticas adversas, como temperaturas extremadamente bajas, vientos fuertes y olas altas. En segundo lugar, la ruta también debe superar obstáculos geográficos y técnicos, como estrechos y bajíos. Finalmente, la ruta también requerirá coordinación con los sistemas de transporte marítimo de otros países para garantizar una navegación segura y fluida.
A pesar de estos desafíos, el gobierno ruso y las empresas relacionadas están decididos a abrir esta nueva ruta. Dicen que traerá más oportunidades comerciales y espacio para el desarrollo de Rusia, al mismo tiempo que promoverá la prosperidad y el desarrollo del comercio marítimo mundial.